El Gobierno nacional oficializó este lunes un nuevo incremento parcial en el impuesto a los combustibles, que impactará en los precios en surtidor. El porcentaje final de aumento en los valores al público se definirá en las próximas horas.
A través del decreto 441/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, se dispuso que el impuesto a los combustibles líquidos suba $6,620 por litro en el caso de las naftas, mientras que el impuesto al dióxido de carbono aumentará $0,405 por litro.
Para el gasoil, el ajuste será de $5,346 por litro en el gravamen general, $2,895 en la alícuota diferencial que se aplica en regiones como la Patagonia y otras zonas específicas del interior, y $0,609 por litro en el tributo al dióxido de carbono.
Pese a esta suba, el Ejecutivo resolvió diferir parte de las actualizaciones que estaban pendientes, con el objetivo de evitar un mayor impacto sobre el precio de los combustibles y, en consecuencia, sobre la inflación.
En este sentido, las actualizaciones retrasadas correspondientes a parte del primer trimestre de 2024 y la totalidad del segundo, tercero y cuarto trimestres de 2024, además del primer trimestre de 2025, se aplicarán recién a partir del 1° de agosto próximo.
El decreto recuerda que la normativa vigente establece que estos impuestos deben actualizarse en forma trimestral —en enero, abril, julio y octubre— tomando como referencia la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC.
El mercado ahora espera cuál será la respuesta de las petroleras, luego de que la semana pasada, salvo YPF, las compañías Puma, Axion y Shell aplicaran un aumento del 5% en los precios de sus combustibles, impulsadas por la suba internacional del petróleo a raíz del conflicto bélico entre Israel e Irán. Dichas empresas no retrotrajeron los precios, pese a la posterior baja del crudo Brent.