Un grupo de buzos tácticos brasileños fue detectado viviendo en el exclusivo barrio cerrado Campo Timbó, ubicado en la Oliveros sobre el río Carcarañá, en el marco de una investigación por posibles conexiones con el narcotráfico.
Según informó La Política Online, los sospechosos abandonaron el lugar sin dejar rastros luego de ser sometidos a seguimientos, aunque uno de ellos pudo ser identificado por las autoridades.
Los investigadores creen que estos hombres, con entrenamiento profesional, podrían estar vinculados a la modalidad conocida como rip-off o gancho ciego, un método utilizado por organizaciones criminales para infiltrar droga en buques, especialmente en los que operan en el sector agroexportador.
Este tipo de situaciones son hipótesis que los investigadores de las fuerzas federales formulan a partir de hechos recientes donde se han encontrado cargamento de drogas en barcos que llegan a las costas australianas luego de cargar en los puertos del Cordón Industrial.
La reciente detención en Buenos Aires de Fabio Rosa Carvalho, líder de la banda brasileña Os Manos y con lazos con el Primer Comando Capital (PCC), la mayor organización criminal de Sudamérica, incrementó el temor en Santa Fe sobre actividades delictivas con apoyo de estos grupos internacionales.
Aunque las autoridades provinciales sostienen que no existen pruebas de la presencia activa del PCC en la región, se han registrado movimientos sospechosos de grupos brasileños en las inmediaciones de Rosario, una zona estratégica por su puerto en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
De acuerdo con la Fiscalía de San Pablo, el PCC tendría al menos 56 miembros en Argentina. Sin embargo, fuentes de la Procuraduría de Narcotráfico (Procunar) aseguran que, por ahora, solo se han detectado “células dormidas” dedicadas a tareas logísticas y no a operaciones directas. En Santa Fe, por ejemplo, una mujer fue detenida por proveer tarjetas telefónicas a presos vinculados con un interno de la cárcel de Coronda, sospechoso de mantener contactos con el PCC. En Misiones, en tanto, un exdetenido en Brasil mencionó que la organización estaría financiando un gimnasio en Posadas.
En los últimos meses, la Policía Federal identificó a 28 personas con nexos con el PCC, de las cuales ocho fueron arrestadas. Entre ellas se encuentra Elvis Riola de Andrade, detenido en el country Cardales y buscado desde 2009 por el homicidio de un policía en Brasil. También se investiga al boliviano Jorge Adalid Granier, especialista en tráfico aéreo de cocaína y con vínculos con el PCC.
Pese a los indicios, las autoridades santafesinas remarcan que no hay pruebas concluyentes sobre la existencia de una estructura del PCC operando en la provincia. “Se examinan todos los indicios, pero hasta ahora solo hay apoyos eventuales y difusos ligados a brasileños”, señalaron a La Política Online.