Adalberto Orellano, de 54 años de edad, trabajador aceitero oriundo de Rosario, murió en un accidente que involucró a un tren del Nuevo Central Argentino en las vías del ferrocarril Mitre de la ciudad de San Lorenzo.
En un accidente de tránsito ocurrido en la tarde del jueves, Orellano murió producto de un fatídico choque contra un Ford Fiesta en el cruce ferroviario de calle Thompson y Berón de Astrada.
Otras cuatro personas resultaron ilesas, pero las más graves de las consecuencias se las llevó este hombre, cuya muerte es el resultado de la nula inversión que hace la concesionaria privada en las vías del ferrocarril Mitre, mostrando un ninguneo gravísimo a la seguridad de los sanlorencinos.
Esto está lejos de ser un caso aislado. Hace poco más de un mes, Delia Cáceres también murió cuando fue chocada por un tren del Nuevo Central Argentino en el cruce ferroviario de calle Suiza.
Nuevo Central Argentino S.A. es una empresa propiedad de Aceitera General Deheza. En los años 90, la empresa logró adjudicarse el servicio de cargas del ramal Mitre, desde la provincia de Buenos Aires hasta el norte del país, mediante el proceso privatizador de la presidencia de Carlos Menem que devastó Trenes Argentinos.
Al día de hoy, la inversión en seguridad en San Lorenzo es evidentemente nula. Un solo paso a nivel tiene barreras, el de bulevar Urquiza, pero en el resto de los cruces brillan por su ausencia.
En 2021, el gobierno nacional había definido la finalización de la concesión de la empresa, pero en 2023, la gestión de Javier Milei extendió hasta 2032 el contrato.
En esa actualización, no se mencionó en ninguno de los puntos la realización de inversiones y mejoras en los pasos a nivel que cruzan de norte a sur la ciudad, y se limita únicamente a garantizar la circulación y accesos a los puertos.