Son 21 autos, 6 camionetas, 12 motos y un vehículo de colección las 40 unidades que estarán en stock para ser rematados este jueves en el salón Metropolitano de Rosario, en el marco de la primera subasta pública de bienes decomisados del delito complejo que lleva adelante la gestión de Maximiliano Pullaro en la provincia de Santa Fe.
El gobernador estuvo presente en lo que es este acto llevado adelante por la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD). La subasta comenzará desde precios entre un 60% y 40% por debajo del valor de mercado de las unidades, y será abierta para todos los santafesinos que acrediten Documento Nacional de Identidad.
Allá por 2017, cuando el entonces gobernador Miguel Lifschitz organizó la primera de estas subastas, Santa Fe se constituyó como la primera provincia en tener una ley semejante contra el delito organizado.
“Fue una ley importante en ese momento, entendemos que cuando le sacamos los bienes al delito complejo u organizado le sacas recursos. Lo que los mueve primero es obtener recursos y bienes, si se los sacas le golpeas el corazón. También le sacas poder de compra, logística, corrupción, entendemos que es una política pública correcta”, dijo el gobernador Pullaro en conferencia de prensa.
Los vehículos tendrán un dominio diferente al que poseían al momento del decomiso, ya que todos fueron sustraídos de bandas criminales luego de diferentes allanamientos y procedimientos policiales.
“Creemos que hay que dar mensajes, el Estado tiene que mostrar que está organizado y convencido que tiene que dar una lucha contra el delito”, agregó.
Los vehículos subastados son, en su mayoría, modelos importados de marcas alemanas, o vehículos estadounidenses de gran porte. Los precios rondan entre los 5 millones de pesos hasta los 20 millones de pesos, siempre teniendo en cuenta características como el estado de la carrocería, la posesión o no de las llaves para el arranque, y el kilometraje.