El contenido que se conoció este jueves de una reunión entre el presidente Javier Milei y su gabinete, en la que el mandatario nacional se desquitó contra las provincias asegurando que iba a “fundir” a todas, se cobró una víctima ya que decidió echar al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
Milei repasó este jueves, junto a sus principales colaboradores del gabinete nacional, el dictamen de la ley ómnibus, que se tratará en la Cámara de Diputados la semana próxima y que contiene una variedad de proyectos para desregular aspectos de la economía. En la reunión avanzó en delimitar las estrategias para obtener la aprobación de la ley y trascendió una posición muy dura con los gobernadores.
“Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”, le dijo a sus ministros el presidente según reveló el diario Clarín. Milei definió ir a fondo y les trasladó a sus colaboradores que deben dejar en claro que “si la ley no se aprueba, las más perjudicadas van a ser las provincias”.
La brutal frase de Milei provocó un cimbronazo en el corazón del gobierno y tensó aún más la relación con los gobernadores, sobre todo con los de Juntos por el Cambio, quienes advierten que sus mensajes furiosos están dirigidos directamente a ellos, como el caso del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro y el entrerriano Rogelio Frigerio.
Molesto por esa “filtración” de lo que se dice entre los muros de su oficina, Milei evaluaba desde la tarde de este jueves pedirle la renuncia a uno de los ministros de su gabinete. De acuerdo a una nota firmada por el periodista Román Lejtman, en la Casa Rosada deslizaron que el funcionario “filtró de manera maliciosa” el contenido de diálogos que el presidente no quería que se conocieran.