Entre enero y mayo de 2025, los consumidores argentinos gastaron USD 1.572 millones en ropa comprada en el exterior, marcando un récord histórico para el sector, según informó la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). La cifra representa un incremento del 136% respecto al mismo período del año anterior y supera en un 9% el récord previo alcanzado en 2017.
El fenómeno se explica, en parte, por el notable crecimiento del sistema de compras puerta a puerta, que aumentó un 211% en los primeros cinco meses del año y un 253% solo en mayo. Este auge de las importaciones mediante courier está modificando los hábitos de consumo y generando una presión creciente sobre la industria textil nacional.
Panorama adverso para la producción local
En paralelo, el escenario para los fabricantes de indumentaria en el país muestra claros signos de deterioro. Según una encuesta de la CIAI correspondiente al tercer bimestre de 2025, la mayoría de las empresas del sector enfrenta una caída en la demanda, mayores niveles de stock, problemas crecientes en la cadena de pagos y un estancamiento en la creación de empleo.
Las ventas de ropa cayeron un 7,7% entre mayo y junio, en comparación con el mismo período del año anterior. El 56% de las firmas reportó una baja en sus ventas, mientras que solo un 32% logró mejoras, revirtiendo la tendencia positiva registrada en los bimestres previos.
También creció la acumulación de inventario: el 35% de las empresas declaró tener stocks por encima del nivel deseado, frente al 24% del bimestre anterior. A su vez, se redujo el porcentaje de compañías con niveles de stock equilibrados y también aquellas con inventarios insuficientes.
El informe de la CIAI refleja con claridad el doble impacto que atraviesa el sector: por un lado, la retracción del consumo interno y, por otro, el avance arrollador de las compras externas, impulsadas por un régimen de importación cada vez más extendido entre los consumidores argentinos.