Este sábado, el presidente Javier Milei firmó el veto total a la ley que otorgaba un aumento en las jubilaciones, pensiones y bonos, así como a la emergencia en discapacidad, ambos proyectos sancionados recientemente por el Congreso. La medida será oficializada este lunes y representa un duro revés para quienes esperaban mejoras en los ingresos de los sectores más vulnerables.
El veto alcanza el aumento del 7,2% en los haberes jubilatorios y pensiones, y la suba del bono previsional de $70.000 a $110.000, que además comenzaba a actualizarse por inflación. La ley también contemplaba la reapertura de la moratoria previsional por dos años, para que las personas sin 30 años de aportes pudieran completar el saldo y acceder al haber mínimo.
En cuanto a discapacidad, el proyecto impulsado por el diputado Daniel Arroyo —convertido en ley con amplio apoyo— declaraba la emergencia en el área hasta el 31 de diciembre de 2027, estableciendo un refuerzo en las pensiones no contributivas por invalidez, que se elevaban al 70% del haber mínimo. Además, permitía que estas pensiones fueran compatibles con empleos formales, siempre que los ingresos no superaran dos salarios mínimos.
Desde el Ejecutivo argumentaron que ambas leyes ponían en riesgo el equilibrio fiscal. De hecho, el veto se esperaba desde el mismo día de la votación en el Senado, cuando el propio Milei anticipó que no las promulgaría.
Ahora comienza una etapa clave en el plano legislativo: para rechazar el veto, la oposición necesita reunir dos tercios de los votos en ambas cámaras, algo que parece difícil sin el apoyo de algunos gobernadores. Según trascendió, el Gobierno ya comenzó gestiones para negociar con senadores y mandatarios provinciales, ofreciendo eventuales compensaciones para asegurar los votos necesarios que eviten la caída definitiva del veto.