Argentina importó más de 1.000 toneladas de carne vacuna desde Brasil durante el primer semestre de 2025, un volumen que, si bien resulta insignificante en relación con la producción local, enciende luces de alerta por el cambio de tendencia en el comercio cárnico.
De acuerdo con datos oficiales del gobierno brasileño, entre enero y junio ingresaron al país 1.033 toneladas de carne vacuna, frente a las apenas 24 toneladas importadas en el mismo período del año anterior. Se trata del nivel más alto registrado desde 1997, cuando comenzaron los registros de este intercambio bilateral.
Aunque el volumen sigue siendo marginal frente a la capacidad productiva argentina, el dato marca un cambio relevante. “No es un problema para la producción nacional. Se están importando alrededor de 1.000 toneladas por mes, lo cual sigue siendo poco significativo”, explicó Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores de Argentina (APEA), en declaraciones reproducidas por Clarín Rural.
En paralelo, las exportaciones argentinas de carne vacuna alcanzaron los 3.400 millones de dólares en 2024, con China como principal destino, lo que refuerza el perfil exportador del país.
Herrera relativizó el impacto de estas importaciones y remarcó que se trata de una práctica habitual en otros mercados. “Uruguay o Estados Unidos también importan y exportan carne. Se trata de carne barata, probablemente para manufactura. No hay que interpretarlo como una amenaza al sector local”, sostuvo. Y agregó: “Hay que entenderlo en el marco de la economía global, donde las mercaderías van y vienen”.
Por su parte, el analista del mercado cárnico Diego Ponti, del grupo AZ, explicó que el fenómeno se da en un contexto de cambio de precios relativos: “Con una Argentina más cara en dólares, se abrió la posibilidad de importar carne brasileña a precios más competitivos”.