La jueza Julieta Makintach fue imputada por cinco delitos en la causa que investiga la filmación del documental “Justicia Divina”, que derivó en la nulidad del juicio por la muerte de Diego Maradona. El fiscal también solicita su desafuero y la continuidad del jury de enjuiciamiento.
Los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo sostuvieron que existen pruebas suficientes para acusarla por cohecho pasivo, violación de deberes de funcionario público, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.
En el escrito de 42 páginas, remarcaron que la magistrada aceptó una propuesta comercial de su amiga María Lía Vidal Alemán y facilitó el uso de los Tribunales de San Isidro para el rodaje del documental. Las cámaras de seguridad y testimonios corroboran que franqueó el ingreso en días inhábiles y actuó para obtener mayor protagonismo en el juicio.
La investigación también reveló que el 11 de marzo, día de inicio del debate oral, Makintach autorizó el ingreso de la guionista, del camarógrafo y del productor, quienes evitaron controles y filmaron desde el interior de la sala. Incluso desautorizó a personal policial que intentó impedir la grabación.
Los fiscales resaltaron que la jueza usó recursos públicos para fines privados y que sus actos afectaron la imparcialidad del proceso, lo que generó la nulidad del juicio. “Estas acciones comprometen la dignidad de la función judicial”, escribieron.
La respuesta de la jueza
Tras conocerse la imputación, Makintach dijo estar “sorprendida” por la decisión y su abogado, Darío Saldaño, adelantó que presentará una denuncia por espionaje ilegal y pedirá la nulidad del requerimiento. “El teléfono está intervenido, vamos a la Justicia Federal”, aseguró.
El proceso continuará con la audiencia preliminar del jury para resolver si se avanza con la destitución. La expectativa es alta: la caída del juicio significó una revictimización de las hijas de Maradona y un retroceso en la búsqueda de justicia por su muerte.