La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) llevó a cabo por primera vez una inspección en la Unidad Carcelaria N°36, ubicada en la ciudad de Coronda. Durante el operativo se detectaron falencias en el suministro eléctrico y se solicitó reforzar el personal penitenciario para mejorar la seguridad.
El organismo, dirigido por el fiscal general Alberto Adrián María Gentili, recorrió las instalaciones junto a agentes de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación.
En su relevamiento, la PROCUVIN advirtió que aún resta concluir obras para habilitar talleres educativos y áreas de atención médica para los internos. También recomendó incorporar más tomas eléctricas y ventiladores industriales en celdas y pabellones.
Otro de los puntos señalados fue la ubicación del complejo penitenciario, cuya lejanía de los centros urbanos y la escasa oferta de transporte público dificultan el acceso de familiares y allegados de los detenidos. Asimismo, se constató falta de agentes para la vigilancia perimetral y el control interno del penal.
Pese a estas observaciones, el organismo destacó que la cárcel presenta en términos generales buenas condiciones de funcionamiento.
La Unidad Carcelaria N°36, inaugurada en 2024, aloja actualmente a unos 340 internos y cuenta con capacidad máxima para 460 plazas. Antes del procedimiento, la fiscalía elaboró un informe preliminar sobre la situación del establecimiento.
El operativo se realizó de manera sorpresiva, sin previo aviso a las autoridades. Según informa fiscales.gob.ar, la inspección comienza por los pabellones y celdas y continúa por los espacios comunes y otras áreas de interés. Todo el proceso se documenta con fotografías y actas, y se incluyen entrevistas confidenciales con personas privadas de libertad que manifiestan necesidades o reclamos.