Nuevamente, el Autódromo Municipal Juan Manuel Fangio es blanco de lobbys para impulsar negocios inmobiliarios en el predio ubicado en Avenida Jorge Newbery y García del Cossio. Esta vez, un concejal apuntó contra la poca utilidad que se le da al circuito y propuso vender esas tierras para impulsar un barrio privado y mudar la pista a otra área de la región.
El punto más controversial es que el proyecto del concejal del PRO, Carlos Cardozo, habla de un autódromo “metropolitano”, lo que quita potestad administrativa a la Municipalidad de Rosario.
El nuevo predio donde debería ir el autódromo es en el límite entre Rosario e Ibarlucea, pero ya dependiendo, en ese caso, de una administración al menos mixta sino del todo o parcialmente privada.
El edil recriminó que el Autódromo solo genera actividad seis fines de semana al año de grandes eventos nacionales. Este 2025, corrió el TCR Sudamericano, el Top Race, el TC 2000 y el Turismo Nacional, mientras que en las categorías locales completaron el cronograma las Categorías Agrupadas Federadas, competencia que agrupa a corredores del litoral argentino.
Las limitaciones de eventos deportivos surgen del acuerdo de reapertura del autódromo sellado en 2019 con los vecinos de la zona, quienes en reiteradas ocasiones señalaron que los ruidos rompían con la tranquilidad de los emprendimientos inmobiliarios ubicados en la zona noroeste rosarina.
En ese sentido, el autódromo tendrá ahora un nuevo proyecto que reabre un debate sobre la ubicación de un circuito que va quedando cada vez más en el centro de una zona urbanizada y que, y sobre todo, sin voluntad política, podría desaparecer.

