La oficialización de la licitación para la hidrovía representa un hecho trascendental para el cordón industrial, especialmente para el complejo portuario de San Lorenzo y Puerto General San Martín, que se consolida como el nodo agroexportador más importante del mundo. Dado que por este tramo del río Paraná circula el grueso de las exportaciones de granos, aceites y harinas del país, la garantía de un dragado eficiente y una señalización moderna impacta de manera directa en la competitividad de las terminales locales.
La profundidad de la vía navegable es el factor determinante que permite el ingreso de buques de gran calado, conocidos como Panamax o Post-Panamax, cuya carga completa solo es posible si los niveles de calado se mantienen en condiciones óptimas.
El impacto económico para la ciudad de San Lorenzo y sus alrededores se traduce en una mayor previsibilidad para las inversiones privadas en las terminales portuarias. Una concesión a largo plazo bajo los nuevos pliegos, que incluyen la ampliación y el mantenimiento del sistema, reduce los costos logísticos y los tiempos de espera de los buques, factores que históricamente han encarecido el flete internacional desde las costas santafesinas.
Además, la modernización de la señalización y el balizamiento aumenta la seguridad de la navegación en un tramo del río que presenta desafíos geográficos naturales, minimizando el riesgo de accidentes o varaduras que puedan paralizar el flujo comercial.
Desde la perspectiva del empleo y la actividad económica regional, el proceso licitatorio activa toda una cadena de valor vinculada a los servicios portuarios, el mantenimiento naval y la logística terrestre. La estabilidad de la Vía Navegable Troncal asegura que las plantas aceiteras y los puertos del cordón puedan trabajar a su máxima capacidad instalada, sosteniendo miles de puestos de trabajo directos e indirectos en la región.
Asimismo, la integración de una Mesa de Diálogo y la participación de organismos internacionales en la previa de los pliegos sugiere un enfoque que busca equilibrar la eficiencia comercial con las normativas ambientales, un tema sensible para las comunidades que conviven con la actividad del río.

